Lejos de juzgar -porque tendríamos que hacerlo con nosotros primero, creemos que ha llegado la hora de hablar sobre una verdad innegable.
Probablemente la sabes, la has oído o intuido, pero ¿la has mirado a los ojos?
La verdad de la que te hablamos se basa en un principio de coaching que explica cómo lo que vemos en los otros -no sólo en nuestros hijos, es un reflejo de nosotros mismos.
NO es tan fácil aceptarlo cuando se trata de pensar en las personas y situaciones que más nos irritan o nos “sacan de nuestro centro”, pero que no sea fácil, no significa que no sea cierto.
Así que la invitación de hoy es a que mantengas a la mano un espejo y sobre el escribas:
“Lo que veo en ti (y no me gusta), lo trabajo en mí”
Parece simple, pero te aseguramos que es muy poderoso. El reto es, mantener esto en mente cuando tienes una situación difícil con tus hijos, pareja o en el trabajo; pero vale la pena intentarlo.
Si lo deseas, toma un momento ahora mismo para ponerte frente a un espejo y recordar a las personas con quienes te ves más frecuentemente en “conflicto” … pregúntate:
- ¿Qué me está reflejando?
- ¿Qué necesito aprender?
- ¿Qué estará sintiendo?
- ¿Qué podría YO hacer diferente?
- Si yo cambiara, ¿Cómo cambiaría la situación?
Trabaja con estas preguntas de manera consciente. ¡Úsalas cada vez que puedas y déjanos saber cómo resulta para ti!, Y si aún no lo has hecho ve nuestro soy ejemplo del mes y visita nuestras entradas de esta semana para saber más sobre cómo convertirte en el mejor coach que tus hijos puedan tener.
Recuerda que Eres Ejemplo, que siempre hay mucho por Aprender y que lo que Aprendes debes Integrarlo.
Saca el máximo provecho de las herramientas prácticas que te compartimos en Aplica y finalmente Conecta antes de corregir.
1 comentario
Excelente articulo